La ciudad blanca, la ciudad de los lagos, la más romántica de la India. Si pasas unos días por aquí, sin duda, te enamorarás. Udaipur se encuentra en Rajasthan y tiene que ser uno de los imprescindibles en tu ruta. Nosotros pasamos 2 días completos en esta bonita ciudad.
Restaurantes:
- Restaurant Harigarh. A orillas del río.
- Jagat Niwas Palace Hotel. Un restaurante en un hotel clásico, con unas vistas a la ciudad impresionantes. Te sentirás un marajá.
- Lotus. Un restaurante más humilde, con una comida espectacular.
- Rang Niwas Misthan. El mejor puesto callejero de toda la India. Son unas bolas dulces, ¡Deliciosas!

Si buscáis algo más cultural.
- Teatro. Visita algún espectáculo de bailes tradicionales.
- Palacio de la ciudad. Coge una audio-guía para conocer más su historia.
- Templo Jagdish. Haz alguna ofrenda en este templo dedicado a Visnhu.

Compras:
Esta ciudad destaca por sus artesanos que trabajan la plata. Nosotras compramos a buen precio un par de anillos muy bonitos y únicos. También en su mercado disfrutamos de las preciosas pinturas que se mostraban en las tiendas. Es todo arte en esta ciudad.
Todas las localizaciones están en el mapa de la Guía de la India.
Día 1. Mercados, templos y sus calles
Nos alojamos en Sargam Sadan. Las habitaciones estaban bien, sencillas, y el personal muy amable. Desde la terraza, donde servían el desayuno, se veían unas bonitas vistas al lago Pichola.
El primer día decidimos perdernos por sus calles, entrar en cada templo que vimos, grande o pequeño. Seguíamos viviendo el Diwali y se notaba en el ambiente. Gente festejando y cientos de ofrendas, incluso ofrendas con heces… que no supimos su significado.
El templo Jagdish, el más importante de la ciudad estaba lleno de gente haciendo sus ofrendas, lleno de flores y comida. En la misma plaza había más templos uno de ellos, más pequeño, con más ofrendas y con la música muy alta.
Este templo hindú, Jagdish, está dedicado a Lord Vishnu, quien es adorado en la forma de Jagannath, una de sus encarnaciones. El templo está en el corazón de Udaipiur, elevado sobre la ciudad, para llegar a él tendrás que subir unas escaleras blancas, símbolo de ascenso espiritual a lo divino.
Dentro está adornado con esculturas talladas en piedra que representan dioses hindúes, diosas, damas de la corte, músicos, animales y criaturas mitológicas. El santuario principal del templo alberga una impresionante imagen de Lord Vishnu en forma de Jagannath, tallado en una sola pieza de piedra negra. La imagen está ricamente decorada y es una atracción sagrada para los devotos que vienen a rendir homenaje y ofrecer oraciones. Fue difícil llegar hasta ahí con toda la gente que había, pero llegamos y nosotros también hicimos nuestra ofrenda floral.
Es sus calles, llenitas de gente y de motos, íbamos esquivando con cuidado ofrendas, cultos, familias y niños, sin buscar ningún lugar en concreto. Encontramos unos puestos de dulces que tenían mucha cola y decidimos probar. Vendían unas bolas de una masa que freían y luego las metían en almíbar. Estaban calientes y buenísimas. El mejor dulce de toda la India.
Ese día visitamos varias tiendas de artesanos de plata, hay muchas, nosotros después de preguntar mucho, nos decidimos a comprar nuestros anillos en la calle Jagdish Temple Rd. Podrás llegar fácilmente desde el templo.
Cenamos en el restaurante Lotus, entramos cuando ya estaban cerrando, pero nos insistieron en pasar. Dentro había un pequeño grupo cenando, bebiendo y riendo. Cerraron al resto del público y nos quedamos allí cenando, agradeciendo lo que estábamos viviendo y también, soñando con el futuro. Tiene unos platos deliciosos y es barato. Además, son súper amables.
Esa noche aún “sufrimos” los petardos en nuestros oídos. Era la última noche del Diwali, pero las vacaciones de los locales continuaban.
Día 2. City Palace y teatro.
Madrugamos para visitar pronto el Palacio de la Ciudad. Su horario es de 9 a 21h. Es un complejo que alberga palacios, jardines, patios y museos. Su arquitectura tiene estilo mongol y rajput. Las fachadas, en mármol blanco, están llenas de balcones ornamentados, cúpulas, esculturas, y detalles en relieve que le dan un aspecto majestuoso.
En su entrada podrás ver un sol enorme, que es símbolo de la realeza Rajput. Se representa porque los rajputs son descendientes de la antigua realeza de Rajasthan y se considera símbolo de su linaje.
La dinastía que construyó el palacio fue la Mewar, en el s. XVI, dentro del palacio podrás ver su árbol genealógico y muchas de sus posesiones. Los Maharana de Mewar se convirtieron en símbolos de resistencia y valentía, defendiendo su independencia y libertad con orgullo.
Si lo visitas puedes coger una audio guía por 400 INR, así podrás conocer un poco más de su historia.
Desde el Palacio puedes disfrutar de unas impresionantes vistas de la ciudad desde algunas terrazas y balcones. No te las pierdas. Nuestra visita no fue muy buena, estaba lleno de gente, es un destino muy popular en el turismo nacional, sumado a las vacaciones por el Diwali, estaba imposible. Tanto, que decidimos salir antes de terminar la visita. Nos habían recomendado hacer un paseo en barca por el lago, pero había casi 2h de espera y decidimos irnos de esa zona. Estábamos tan agobiados por la cantidad de gente que había que decidimos alejarnos del bullicio, e ir justo a la otra punta de la ciudad buscando tranquilidad. Y buscando tranquilidad encontramos, nuestro restaurante favorito de la ciudad, Restaurant Harigarh.
Tenéis que visitarlo, es bonito y barato y la comida esta deliciosa. Tiene una preciosa terraza a orillas del río con vistas al Gath.
Nos habían recomendado en el hotel que visitáramos el teatro. Es un teatro sencillito, y hacen dos pases. Las entradas se compran dos horas antes del espectáculo. El teatro está al lado del Gath, asique nos quedamos viendo el atardecer mientras esperábamos a que abrieran para comprar las entradas. Os recomiendo mucho que vayáis al teatro, es muy auténtico, eso sí, os recomiendo que vayáis pronto. El espacio es reducido, y me dio la sensación de que vendieron más entradas de las posibles… porque literalmente, no entrabamos. Quizá estaba tan lleno por las fechas que eran, pero, de todos modos, es mejor que vayáis con tiempo. Las entradas no están numeradas. Tienen varias filas, en las primeras filas tendrás que sentarte en el suelo, si no te gusta esta postura, mejor evitalas, porque dura una hora y media aprox. Un poco más al fondo ya hay unos bancos donde quizá, estés más cómodo. Hay un gran árbol en el medio, donde la gente se descalza y deja ahí sus zapatos. Yo encontré un sitio delante, un niño se sentó a mi lado, hablaba inglés, y me iba traduciendo el espectáculo.
El espectáculo consistía en varios bailes y ritmos de diferentes zonas de la India, algunos con fuego, otros con equilibrios imposibles y mucho ritmo.
Después del teatro, fuimos a cenar a Jagat Niwas Palace Hotel. Necesitarás reserva, es un hotel que tiene una arquitectura clásica. Con decoraciones y balcones que reflejan la grandeza y el esplendor de la época de los maharajás de Rajasthan. Es más caro que el resto de restaurantes que os hemos recomendado, pero asequible. Merece la pena, además tiene unas bonitas vistas.
Al día siguiente… continuaríamos en coche a nuestro siguiente destino.
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