El primer día estábamos muertos de sueño, después de un viaje agotador de 23h entre vuelos y escalas. Llegamos por la mañana y nuestra amiga Adriana nos estaba sorprendiendo con planes. Asique llegamos al apartamento (lo elegimos con booking, cozy guest house, y no pudimos elegir mejor. Es un sitio tranquilo con seguridad. Tiene doble puerta. Y está muy cerca del aeropuerto, algo que al día siguiente agradeceríamos un montón.

A las 10:30 estábamos reunidas con Adri y sus amigas en el centro. Para moverse por Johannesburgo lo hicimos en Uber. Es lo más económico y seguro. Hay que tener paciencia, pero funcionan bastante bien. Después de los reencuentros, llevábamos sin verla casi un año. Pusimos rumbo a Soweto. Soweto es un township muy famoso porque allí vivió Nelson Mandela. Fue donde en década de los sesenta ocurrieron las protestas de estudiantes contra la imposición del Afrikaans como lengua obligatoria y la lucha contra el apartheid. Allí murió Hector Pieterson era un estudiante de 12 años por la bestial represión policial en las protestas. Fue el primero en caer. La imagen de su muerte y otro estudiante cargandolo en brazos dio la vuelta al mundo. Es una zona que visitar con respeto, intentando entender que ocurrió y recordarlo para evitar que estas apologías al racismo se repitan. Es un barrio muy grande. Las primeras casas que aparecen son casas bonitas grandes y residenciales. Entre ellas la casa de Nelson Mandela. Lo primero que hicimos fue visitar su casa y conocer un poco mejor su historia. Muy recomendable si queréis conocer su historia a fondo. La entrada cuesta 60rands, para extranjeros. Y te incluyen explicaciones de los guías. Además, lo recaudado es para el mantenimiento del museo y para empoderar a la población local de Soweto.
Después nos fuimos a comer a Sakhumzi Restaurant, un restaurante tipo Buffett libre que era todo de comida tradicional del gueto. Estaba muy buena y parecía un sitio bastante turístico, era donde paraban todos los tours. Pero también estaba frecuentado por locales. Después de comer caminamos un poco por la zona y como el agotamiento iba haciendo mella, y no teníamos un guía para adentrarnos más, y solos no es seguro, decidimos volver a casa un poco antes.
Si profundizas en Soweto podrás ver cómo poco a poco las casas van empeorando en calidad, llegando a ser chabolas sin agua ni luz. Aunque poco a poco el gobierno va instalando baños públicos en estas zonas y tiene algunos puntos donde si llega la red eléctrica. Si tenéis tiempo os recomiendo hacer alguno de los tours por Soweto donde los locales os enseñarán más y os darán una explicación desde su propia perspectiva.
Después de este primer contacto con Sudáfrica nos fuimos una semana a su país vecino, Namibia.
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