Si piensas en Nueva Delhi sin conocerla, la primera palabra que se te viene a la cabeza es caos, y las siguientes: multitud y contaminación. Por eso puede resultar extraño que a mi lo que me inspiró Nueva Delhi fue… armonía. Pasamos 2 días aquí, y luego otros 2. Un total de 4 días, en este post intentaré que sintáis esa armonía y también que aprovechéis todo lo que ofrece esta impresionante ciudad.

Es una de las ciudades más pobladas del mundo, con una población de unos 30 millones de personas aproximadamente, con lo cual es entendible algo de caos… Pero esto forma parte de su encanto, y si sabes mirar con la mente abierta, terminará cautivándote. Y aunque sé que hay gente que quiere salir corriendo de ella… Espero que seas de los que se enamora y la disfruta.
Lugares impresdindibles en tu ruta de 2 días en Delhi:
- Tumba de Humayun
- Qutub Minar
- Templo de Loto
- Puerta de la India
- Agrasen Ki Baoli (Gath)

Si tienes un día más en la ciudad:
- Jardines de Lodhi
- Fuerte Rojo
- Connaught Place
- Jardines Hauz Khas

Templos que tienes que visitar:
- Jama Masjid
- Gurudwara Sri Bangladesh Sahib (Templo siquista)
- Shree Lakshmi Nayaran Mandir
Y cualquier templo por pequeño que sea que te llame la atención.


Mejores restaurantes en Delhi, (presupuesto bajo):
- Darbar
- Krishna Rooftop café

Mis bazares imprescindibles en Delhi:
- Paharganj Main Bazar
- Chandni Chowk (Mercado de las especias)


Puedes organizar las visitas de forma diferente, adaptándolo a tus días, pero te dejo toda la información de cada zona para que no te pierdas nada de esta ciudad tan loca y apasionante.
Nosotros organizamos las visitas de esta forma:
Día 1. Templos y cultura en Nueva Delhi.
Aterrizamos en Neva Delhi por la mañana, después de un vuelo bastante largo y con la energía justa, pero la emoción de conocer un país como la India nos hacía estar alerta a cada situación y a cada estímulo.
La mañana la gastamos en gestiones, nos reunimos con la agencia que nos organizaba los traslados, Mahendra. Hicimos el primer pago (en en efectivo) y una vez que teníamos todo arreglado nos fuimos a buscar una tienda de airtel para conseguir una tarjeta SIM y tener conexión. El tramite es un poco largo necesitarás el pasaporte, pagar en efectivo y te harán fotos. Lo bueno es que se encargan en la tienda de activártelo.
Este viaje lo hicimos con unos buenos amigos, otra pareja con la que esperamos hacer más viajes porque fue muy bonito y enriquecedor. Me encanta compartir mi pasión con gente que tiene la misma filosofía y forma de ver la vida. Es el segundo país que conocemos juntos y seguro que no es el último. El primero fue Kenia.
Moverse en Nueva Delhi puede ser tedioso y lento. Puedes utilizar su transporte público, el metro conecta algunas zonas principales y te ahorras el tráfico. Pero, en nuestro caso disponíamos de un conductor para visitar los lugares que quisiéramos de Delhi, y como estábamos en plena festividad del Diwali, prácticamente no había tráfico. Nosotros elegimos una ruta, pero Mahendra te recomendará también algunos lugares.
Una vez que terminamos todos los trámites nos fuimos a conocer un poco de la cultura hindú. Primero visitamos Shree Lakshmi Nayaran Mandir. Nuestro conductor «Govindra» nos recomendó visitar este templo, ya que se era uno de los templos importantes del Diwali. No pudimos hacer fotos en el interior, pero merece la pena visitarlo. La atmósfera dentro del templo es de paz y devoción, con cánticos de mantras y el suave sonido de campanas resonando en el aire. El templo está dedicado a Lakshmi, la diosa de la riqueza y la prosperidad, y a Narayan, una forma del dios Vishnu. Su diseño arquitectónico combina elementos de la arquitectura hindú tradicional con toques modernos. El templo está construido principalmente en mármol blanco, combinado con tonos rojizos de sus cúpulas, lo que le da un aspecto majestuoso y elegante.
Es necesario dejar la cámara y objetos personales en unas taquillas y entrar descalzo en el templo. Si os animáis podéis participar en alguna ofrenda.
Diwali es una de las festividades más importantes y celebradas en la India y en varias partes del mundo donde hay comunidades hindúes, sikhs y jainistas. Esta festividad se celebra en otoño cada año y dura cinco días en total. Significa «hilera de lámparas» en sánscrito. Una de las características más distintiva de Diwali es la iluminación de lámparas de aceite, velas y luces en hogares, templos y lugares públicos. La idea detrás de esta iluminación es simbolizar la victoria del bien sobre el mal, la luz sobre la oscuridad y la verdad sobre la ignorancia. Además de las luces, las casas y calles se decoran con rangolis (diseños de colores hechos en el suelo), guirnaldas y adornos festivos. Se adora a diferentes deidades según las tradiciones regionales, y se ofrecen ofrendas de dulces, frutas y flores. Los fuegos artificiales son una parte integral de las celebraciones de Diwali, especialmente en la noche del día principal (la noche que nosotros llegamos se pasaron toda la noche lanzando petardos y fuegos artificiales). Los fuegos artificiales iluminan el cielo y añaden un toque de color y emoción a la festividad. Además, intercambian regalos y dulces entre familiares, amigos y vecinos como un gesto de buena voluntad y afecto. En la mayoría de hoteles, tiendas y templos te ofrecerán dulces como símbolo de bondad, armonía y esperanza.
Además, es una fiesta que se equipara con el año nuevo en la india. Diwali marca el comienzo del nuevo año para muchas comunidades, especialmente aquellas que siguen el calendario hindú. Es una festividad muy familiar, y por eso, muchas familias salen de Nueva Delhi para vivir esta festividad en los pueblos con sus familias.
Una de las principales ventajas de vivirlo como turista, además de celebrar y sumergirte en la cultura, fue que Nueva Delhi tenía solamente un 10% del tráfico que suele tener habitualmente. Los traslados y las visitas son más sencillas, debido a que mucha población está fuera de la ciudad esos días. En esta semana los indios suelen tener vacaciones escolares y laborales. (Esto ya os adelanto nos vino muy bien para algunos lugares y no tanto para otros como Udaipur). Pero si tenéis la oportunidad de viajar entre octubre y noviembre comprobar en qué fecha cae el Diwali ese año e intentad vivirlo en primera persona en la India.
Continuamos nuestra ruta al siguiente templo, uno de mis favoritos en la India. Visitamos el templo sijista Gurudwara Sri Bangladesh Sahib. Está prohibido hacer fotos en algunas zonas de su interior, pero es impresionante. Tendrás que entrar con la cabeza y las piernas cubiertas, pero te ofrecen pañuelos y faldas. Si queréis saber más datos sobre la religión sij os recomiendo pasaros por el primer post de la India. Este templo es un santuario de serenidad y devoción que te ofrece paz en medio del bullicio de la ciudad. Está construido con mármol blanco resplandeciente, tiene un diseño tradicional sij, con hermosos detalles arquitectónicos y una cúpula dorada que brilla bajo el sol. Además, en su interior hay un precioso estanque sagrado, Sarovar Bangla Sahib. Se cree que el agua de este sarovar tiene propiedades curativas y espiritualmente purificadoras. Los devotos suelen bañarse en el sarovar como parte de su experiencia espiritual.
Este lugar es un faro de esperanza y servicio comunitario, cuenta con un gran salón donde ofrece Langar (como todos los templos siq). Langar es una comida comunitaria gratuita para todos los visitantes, sin importar su religión, casta o credo. En este langar se sirve diariamente comida para cientos o miles de personas, según el día. Es una parte integral de la práctica sij de seva (servicio) y de promoción de la igualdad y la inclusión. Y con mucho honor y respeto, participamos compartiendo comida, sentados en el gran salón con el resto de personas.
Pero, además en este caso, también puedes visitar las cocinas, tieneb enromes ollas donde los hombres cocinan las verduras que se sirven y a la vez, las mujeres amasan pan para la comida. Allí conocí a Navjot Kaur, una buena amiga.
En este templo se ofrece una comida vegetariana simple pero nutritiva. La comida suele consistir en arroz, dal (lentejas), algunas verduras y roti (el pan de trigo), te ofrecen agua. Y además tienes que lavarte las manos antes de comer. ¡Aviso! sino eres amante del picante, no cojas comida, pica todo un poco y es una falta de respeto tirar comida.
Después visitamos el Ghat “Agrasen Ki Baoli”. Los Ghats son un conjunto de escaleras que descienden hacia un río, lago o fuente de agua. Se suelen traducir como pozos de agua. Son importantes en la india para rituales, baños sagrados y ceremonias religiosas. También son lugares de reunión social.
Agrasen Ki Baoli es un pozo escalonado del sigo XIV, tiene unos 60 metros de longitud y 15 de ancho. Cuenta con arcos tallados y columnas ornamentadas que le dan un toque especial. Además, este tiene un aura de misterio y leyenda… Muchas personas creen que es un lugar cargado de energía espiritual y mística. Se dice que la atmósfera tranquila y serena del lugar es propicia para la meditación y la introspección. También hay leyendas que dicen que fue utilizado para ceremonias secretas y rituales masones, lo que ha generado interés entre los entusiastas de lo oculto. La realidad es que es un lugar mágico que tiene un ambiente antiguo y especial. Te aconsejo que lo veas con tus propios ojos.

Aprovechando que nos pillaba de camino paramos en la Puerta de la India. Es uno de los monumentos más emblemáticos de Delhi y un importante punto de referencia histórico y cultural en la India. Es un memorial de guerra, y cada año el día de la Independencia de la India (15 de agosto) se hacen ceremonias conmemorativas.
Está situada en medio de un gran parque, en una explanada muy amplia que conecta con otros monumentos importantes. Es muy común entre los locales usar este punto como un lugar de reunión. Se pueden encontrar numerosos puestos de comida callejera que ofrecen una variedad de delicias locales. En este punto, fue donde más loco fue la vivencia de locales pidiéndonos fotos. Literalmente nos rodearon unas 200 personas para pedirnos selfies. Tuvimos que salir corriendo y siendo un poco bordes, porque no conseguíamos avanzar y cada vez nos acorralaban más personas.
Es algo muy frecuente, en la India te sentirás famoso. Esto tiene una explicación, por una parte tienen curiosidad, nos consideran «exóticos», y nos asocian con las películas de cine. Además, para algunas personas, especialmente los más jóvenes, tener una foto con un occidental puede ser visto como un símbolo de estatus social y prestigio. Puede ser considerado «cool» o «de moda» tener una foto con alguien de otra parte del mundo, y compartir esas fotos en redes sociales puede aumentar la popularidad y la imagen personal en ciertos círculos.
La verdad, es que me encantó que fueran así. Yo soy bastante tímida, y aunque me encanta la fotografía de retrato, muchas veces me parece violento pedir fotografías a desconocidos, (aunque hayamos entablado conversación). En este país fue sencillísimo. Eran ellos los que me pedían fotos, asique pude disfrutar muchísimo de la fotografía en este viaje. Aquí os dejo algunos retratos.





Después de no parar durante todo el día decidimos comer algo y descansar un poco en el hotel. Nuestro hotel fue Blue Pearl. Está situado cerca de la estación de tren de Nueva Delhi, cuenta con recepción 24h y tiene servicio de consignas. Muy céntrico y “cerca” (en lo que se refiere a una ciudad tan grande) de varios puntos importantes. Lo único es que la calle, más bien callejón para acceder es… demasiado auténtico, pero el alojamiento está muy bien en relación calidad precio, de los mejores donde estuvimos.
Esa noche cenamos en Krishna Rooftop café y disfrutamos de una rica cena, de los farolillos y cientos de fuegos artificiales. Este restaurante está situado en el bazar principal Paharganj y todo el barrio estaba decorado con miles de luces, fue muy bonito. Tiene varias plantas, sube hasta la última para disfrutar de su mejor terraza, descubierta.
Después de cenar, a pesar de estar agotados, nos unimos a la fiesta, callejeamos, saltamos con la gente esquivando petardos, temimos por nuestros tímpanos y nos reímos mucho de la situación tan loca que estábamos viviendo. Descubrimos familias enteras que se divertían con la música y el ruido de los petardos, mientras compartían comida y reían. Fue la noche principal y se pasaron toda la noche celebrándolo.



Día 2. Monumentos más importantes de Delhi
Este día tocaba visitar muchas de las zonas más importantes de la ciudad, Lugares cargados de historia que nos impresionaron muchísimo. Empezamos visitando Qutub Minar. Es el monumento más antiguo de arte islámico en Delhi, está asentado en un antiguo templo hindú. Por lo que podemos apreciar en su arquitectura ejemplos de ambas culturas. Es patrimonio de la UNESCO.
Destaca por sus colores de tonos rojizos, debido a que está construido de ladrillo. De hecho, es la torre de ladrillos más alta del mundo y uno de los minaretes más altos del mundo, con una altura de aproximadamente 73 metros.
Para entrar tendrás que pagar una entrada de 550 INR si pagas con tarjeta frente a 600 rupias si pagas en efectivo. Nosotros pagamos todo lo que podíamos con la tarjeta Revolut. Este lugar no tiene restricciones en el código de vestimenta.
Te recomiendo que te pierdas en cada rincón del lugar y aprecies los detalles intrincados en la estructura, que incluyen inscripciones islámicas en las paredes y motivos hindús en las columnas. En estas podrás apreciar que en la mayoría de columnas las caras de los dioses hindús están borradas.
Nuestra siguiente parada fue la famosa tumba de Humayun. Otro de los lugares de Delhi declarao Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Dicen que está tumba inspiró el Taj Mahal, y la verdad es que guardan similitudes, sobre todo en su simetría cuidada al milímetro y en sus jardines.
Para entrar no necesitas ningún requisito de vestimenta y la entrada cuesta 600 rupias (unos 6,5€) por persona, que pagamos con tarjeta.
Es un edificio impresionante del arte y la arquitectura mogol, con sus imponentes cúpulas y hermosos jardines que lo rodean. Los detalles en mármol blanco y rojo añaden un toque de belleza y sofisticación a esta impresionante estructura. Los jardines que rodean la tumba son una maravilla, son muy amplios y a pesar de que en la tumba haya cientos de personas, cuando caminas por los jardines te encuentras en una atmósfera de paz y tranquilidad. No os quedéis con el edificio principal, pasead por los jardines y por los edificios cercanos. Si caminas hacia la derecha y al fondo (desde la entrada) podrás ver más edificios impresionantes. Como la tumba del barbero, que ofrece unas bonitas vistas a la tumba principal. Esta estructura pequeña pero elegante presenta una cúpula y arcos ornamentados. Fue la tumba del barbero que servía a la corte mongol.



Buscamos un sitio para comer, pero resultó bastante caro, la comida estaba bien, pero el comedor estaba lleno de turistas y un pequeño comedor donde comían los locales, además nos dimos cuenta de que tienen diferentes precios para los locales, por lo que no lo recomiendo.
Después de comer visitamos los jardines de Lodhi, una buena forma de conocer la vida cotidianda de los habitantes de Delhi. Es un lugar tranquilo y sereno que ofrece un refugio verde en medio del bullicio de la ciudad. La vida cotidiana en los Jardines de Lodhi es vibrante y diversa, con una mezcla de actividades recreativas, ejercicio, socialización y momentos de tranquilidad. Lo que más destacaba eran los partidos de cricket, familias haciendo picnic y las parejas en los diferentes bancos que ofrecen intimidad en el parque.
En la zona central se encuentran las tumbas de la dinastía de Lodhi. Son sencillas, pero elegantes con grandes cúpulas y detalles. También hay un estanque donde podrás ver bastante fauna, desde patos y cisnes, hasta monos agresivos que te intentarán quitar la comida. Ten cuidado y no viajes sin seguro. Nosotros siempre recomendamos Iati.

Para terminar el día cambiamos de zona y nos acercamos a Old Delhi, aquí visitamos la mezquita masjid Jama. Es la mezquita más grande de la India. Presenta grandes patios, una sala de oración principal espaciosa y dos altos minaretes, la Mezquita Jama Masjid se destaca como un impresionante ejemplo de la arquitectura mogol y es un importante lugar de culto. Se pueden visitar el patio y uno de los minaretes, desde él podrás ver unas impresionantes vistas de la ciudad, pero tiene un coste aparte. A la sala de culto solo puedes pasar a rezar.
La entrada a la mezquita es gratuita, pero tienes que pagar 300 rupias si llevas cámara o móvil, por lo que suelen cobrar a todos los turistas 300 rupias. Tienes que entrar completamente cubierto, te ofrecen un vestido, pero no es necesario cubrirse el pelo, y descalzo. En este lugar nos sentimos más violentos, ya que cada dos por tres nos pedían que les enseñaramos los tickets, los hombres de la entrada y en la mezquitan eran más agresivos que en el resto de lugares que habíamos visitado.
Cuando salimos de la mezquita (hay una entrada solo para turistas) había una fila completa de hombres bastante agresivos que nos ofrecía un paseo en rickshaw (transporte tradicional en una especie de bicicleta-carro) por el mercado de las especias. No nos gustaba mucho la idea, nos parecía una turistada, y siempre nos gusta más caminar y pararnos por los mercados. Además, nos ofrecían precios bastante elevados. Al final después de discutir nos subimos en un tuc-tuc a un precio razonable para que nos alejara de esa zona y aunque fue un poco timo también… pudimos pasear tranquilamente por el mercado de las especias. Es un mercado que ofrece mucha diversidad y es muy antiguo. Aprovechamos a comprar algunas especias a buen precio, pero el mercado que teníamos cerca de nuestro hotel era más barato. Ya que estábamos paseando por está zona caminamos hacia el fuerte rojo. Decidimos no entrar, porque íbamos a visitar el fuerte de Agra.
Terminamos cenando en las proximidades del hotel, en el que se convirtió nuestro restaurante favorito, Darbar. Un restaurante vegetariano, lleno de locales, con una comida variada y deliciosa. Tenéis que pasaros.
Al día siguiente cogíamos un avión pronto para volar a nuestro siguiente destino. Pero antes de volver a casa pasamos otros dos días visitando esta enorme y bulliciosa ciudad. Nos encantó tanto el barrio y el hotel, que decidimos volver a reservar el mismo y volver a “casa”.
Nos encontramos con una Delhi diferente, después de vivir la experiencia del Diwali. Esta vez había más contaminación, respirar en algunas zonas se volvía complicado. No vimos vacas por las calles, como la primera vez y en los traslados (que hicimos en tuc-tuc, negociando el precio) tardamos mucho más porque el tráfico era mucho más intenso.

Día 3. Lugares alternativos en Delhi.
Este día madrugamos para visitar el templo de loto. Que estaba cerrado el lunes en nuestra primera visita a Delhi. Antes no cerraba los lunes, pero ahora sí, tened cuidado al organizar las visitas para que esto no os pase.
Este templo es muy peculiar, destaca por su forma de flor de loto, con 27 pétalos de mármol blanco dispuestos en grupos de tres para formar nueve lados. Y también destaca por ser un lugar que une religiones, busca la paz mundial y la humanidad. Está abierto a todas las religiones. Combina belleza estética con significado espiritual. Su forma distintiva, su arquitectura moderna y su ambiente sereno lo convierten en un destino especial para aquellos que buscan paz y reflexión.
Después de visitar este lugar, nos dirigimos a hacia Hauz Khas, un lugar poco turístico, pero que nos llamaba la atención por ser un gran espacio verde dentro de la ciudad. Tiene un entorno natural, con un lago y ruinas que lo rodean. También pudimos ver ciervos y pavos reales. Esta parte, nos gustó menos y no la recomendamos, porque era una especie de zoológico encubierto. Pensábamos que al menos, los animales estarían libres en el parque y estaban enjaulados. Los jardines de Lodhi merecen más la pena.
Si sigues paseando, podrás ver ruinas que pertenecen al complejo histórico Hauz Khas Complex. Estas ruinas son vestigios de un antiguo complejo de edificios que data del siglo XIV. Entre las ruinas podrás encontrar una mezquita, una madrasa y un depósito de agua, y son un ejemplo destacado de la arquitectura indo-islámica de esa época. Aunque estas estructuras han sufrido el paso del tiempo y están parcialmente en ruinas, aún conservan su grandeza y belleza arquitectónica, y son una atracción turística importante en la zona.
Cerca de este parque hay varios templos pequeños que también visitamos. Una de las mejores cosas que podéis hacer es entrar en los templos humildes y entablar conversación con los locales que estén dentro.
Comimos por nuestro barrio, una vez más en el Darbar para disfrutar de su deliciosa comida por última vez y ya con las energías repuestas, dimos un paseo hasta Connaught Place, que desde el hotel tardábamos unos 20 minutos caminando. Esta zona de la ciudad es muy diferente, es uno de los principales centros comerciales y financieros de Delhi. Puedes encontrar diversas tiendas, boutiques, restaurantes, cafeterías, bares, cines y centros comerciales. Es un destino popular para ir de compras, tanto para los lugareños como para los turistas, y ofrece una variedad de marcas internacionales y locales en moda, electrónica, libros y más.
En el corazón de Connaught Place se encuentra una gran estructura conocida como Central Park, que cuenta con un parque público, una fuente iluminada y un área de juegos para niños. Nosotros estuvimos paseando, y al atardecer nos acercamos a esta zona y pudimos disfrutar del espectáculo de agua, luces y sonido. Es cierto que se ve mal cuidado, algunas luces no funcionan bien y se ve estropeado, pero tiene su encanto.

El útimo día lo dedicamos a comprar los últimos detalles por los bazares cercanos y quedamos con nuestra amiga para despedirnos de ella y poner rumbo al aeropuerto para continuar nuestro viaje.
¿Adivinas cuál será?
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